En este contexto, en el que la nueva Norma Oficial de etiquetado obliga a las marcas a mostrar con claridad en sus empaques la información del contenido que puede perjudicar la salud, muchos consumidores se empiezan a sentir aterrados cada vez que van al supermercado ¡Y no es para menos! Ver los anaqueles repletos de octágonos negros que te advierten que varios de los productos que habitualmente consumes, no son ni por asomo tan saludables como creías si que da miedo. Ahora, muchos se están dando cuenta de la gran cantidad de grasas, sodio, azúcares y otras monerías que han estado comiendo sin saberlo durante años.
Según un análisis de percepción realizado por la asociación civil El Poder del Consumidor (https://elpoderdelconsumidor.org/), se define que en México el 94% de los consumidores está a favor de que los alimentos y bebidas contengan sellos de advertencia al frente de sus empaques; sin embargo, en relación a su consumo, son muy pocos los que indican que van a dejar de comprar ciertos productos que los lleven, veremos si este dato cambia en los siguientes meses; seguramente les habrá tocado ver en redes sociales una gran cantidad de “memes” al respecto… bien se dice que “somos lo que comemos” y las estadísticas indican que Sonora no es la excepción.
Sin duda la nueva legislación brinda más información a las personas para saber qué es lo que compran para comer, lo cual es importantísimo dado los alarmantes índices de obesidad y otras enfermedades que padece la población mexicana, y que por lo mismo ha sido tan vulnerable durante estos tiempos de pandemia. La expectativa es que esta norma influya en la decisión de compra de los consumidores; sin embargo, para las marcas está representando un verdadero reto.
Viene entonces la pregunta ¿Cómo ayudamos a las marcas en este marco regulatorio donde están más limitadas para dar su imagen en el empaque? Creo que la respuesta sin duda es la misma que para muchas otras interrogantes en los quehaceres del marketing: CON CREATIVIDAD. Y es que ante este panorama lo que en realidad se está regulando es la forma, no el fondo; y es en el fondo donde las marcas deberán trabajar. No se trata solo de colocar sellos en todos sus empaques, sino procurar que se reformulen sus productos reduciendo los contenidos no deseados de nutrientes, ofreciendo opciones más adecuadas para sus consumidores y gestionando el uso creativo del packing. Afortunadamente muchas empresas ya están trabajando al respecto; quienes no lo hagan, tienen en el mediano plazo un futuro muy incierto en su sobrevivencia.
Debiéramos entender que con esta política se pretende incentivar un cambio tanto en los consumidores como en las marcas, y que no se trata solo de obligar a las empresas a acatar normas sino de renovarse mejorando sus productos, cambiando el sentido de su comunicación para lograr una mejor percepción, no perder consumidores y por supuesto, procurar una mejor salud para todxs.
Guadalupe Zúñiga Elizalde es socia directora de Digitocreativo Publicidad SC y presidenta de la Asociación Sonorense de la Publicidad AC (Aspac).